La fruta más pequeña del mundo

Wolffia arrhiza (Wikimedia)
Igual que ocurrió con el río más corto, en cuestión de récords conocemos o intuimos quien destaca por su tamaño superior, pero no por el inferior. La fruta más grande es la calabaza (Curcubita maxima), que puede alcanzar 1 190,5 kilogramos logrados en 2016 por el belga Mathias Willemijns., pero, ¿y la más pequeña?
Se trata del fruto, o más bien el utrículo, de las lentejas de agua (género Wolffia). Son tan pequeñas que no superan a un grano de sal de mesa de unos 0,3 mm. Hay diferencias entre las especies, siendo la asiático-africana W. globosa y la W. angusta las más diminutas. Como ya de por sí la propia planta es pequeña, con tan solo 1 mm, la fruta toma casi todo el cuerpo de su progenitora. Con 70 microgramos de peso, W. angusta pesa 17 007 142 857,1 veces menos que la calabaza más grande del mundo., unos 17 mil millones si redondeamos.

Con una fruta tan pequeña, se podría suponer que también posee la semilla más minúscula, pero no es el caso. Ese puesto lo tienen algunas orquídeas de selvas tropicales, tan pequeñas que se dispersan en el viento como si fueran esporas, reposando sobre las copas de los árboles. Están cubiertas por una envoltura celular. Como no tiene endosperma ni embrión subdesarrollado, no tiene reservas nutricionales. Para germinar en condiciones naturales, debe establecer una relación simbiótica con el hongo micorriza. Durante las primeras fases de desarrollo, el hongo proporciona nutrientes a la semilla. Luego, la orquídea puede independizarse o mantener su relación. En la orquídea Corallorhiza maculata, la semilla mide tan solo 0,2 mm.

Fuente: Wayne's word
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